Llama a educar en el arte y las humanidades para contrarrestar la inteligencia artificial
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Llama a educar en el arte y las humanidades para contrarrestar la inteligencia artificial
El artista uruguayo Luis Camnitzer charló con la comunidad universitaria sobre los riesgos de esta tecnología y el camino para no dejarse dominar por ella. Planteó que la creatividad, el conocimiento artístico y una educación cercana a lo emocional son fundamentales para lograrlo.
Andrés Gallegos
El desarrollo de la fantasía humana a través de la práctica del arte y el estudio de las humanidades, así como una reforma al sistema educativo que privilegie estas perspectivas sobre los mandatos técnicos o laborales, constituyen un antídoto frente al riesgo de la creciente dependencia de la inteligencia artificial (IA).
Así lo señaló el artista conceptual y pedagogo uruguayo¿Luis Camnitzer, quien participó el 10 de septiembre en el conversatorio¿“Fantasía artificial”, organizado por el Centro de Promoción Cultural, en el marco de la celebración de su aniversario número 30, y el Colaboratorio del Futuro del ITESO. El diálogo fue guiado por Julián Woodside, académico del Departamento de Estudios Socioculturales (Deso).
“No se trata de formar más artistas o filósofos, sino de reformar el sistema educativo para que las artes, las humanidades y la fantasía se integren en el proceso de conocimiento humano, al menos mientras no queramos convertirnos en una sociedad de consumo, robotizada y regida por autócratas de mal gusto”, afirmó ante alrededor de un centenar de asistentes que acudieron al foro de la Black Box del Edificio de Cultura y Arte en el campus.
Para Camnitzer, conocer el mundo desde una mirada artística implica ahondar en el misterio en lugar de resolverlo como lo hace la ciencia, formular más preguntas en lugar de limitarse a dar respuestas, y profundizar en el aspecto poético e indescriptible de la vida. Esto no solo preserva la fantasía, sino que también evita el deterioro de la inteligencia humana que alimenta a los sistemas de IA como ChatGPT o DeepSeek.

“Hay que utilizar la inteligencia artificial sin que ella nos utilice”, advirtió. “Si queremos humanidades y arte como disciplinas integradas en todo lo que estudiamos, lograremos ser personas completas y vacunadas contra la falta de ética, la autocracia, la robotización, el lucro y todo lo que nos está arruinando”.
El artista manifestó su preocupación de que la IA limite la capacidad de imaginar, de crear ideas originales y de impulsar la fantasía impredecible que caracteriza al arte, al reducir el conocimiento al paradigma ilustrado de que los datos conducen a la verdad.
Ante este panorama, las universidades enfrentan el reto de formar ciudadanas y ciudadanos creativos, capaces de cuestionar el poder detrás de lo práctico y de ejercer su libertad en lugar de limitarse a obedecer órdenes.
“El sistema universitario, si quiere sobrevivir, no debe enfocarse en la formación técnica, sino en la formación mental y emocional de personas flexibles, capaces de enfrentar lo imprevisible”, subrayó. “Paradójicamente, formar estudiantes creativos rinde mucho más, incluso en lo económico, que formar esclavos que trabajan en un sistema que queda obsoleto apenas un año después de graduarse”.
Para consolidar una nueva manera de aprender —Camnitzer rechaza el término¿“enseñanza”— propuso alternativas como diseñar exámenes que estimulen respuestas creativas, cuestionar los sistemas de evaluación numérica y favorecer aprendizajes que no estén sujetos a resultados predeterminados.
Finalmente, expresó su deseo de que la IA no desemboque en una sociedad homogeneizada y orientada al consumo, sino que contribuya a un socialismo humanista que fomente lo colectivo sin diluir al individuo.
“En el futuro, si queremos sobrevivir, la sociedad deberá respetar los intereses colectivos por encima de los individuales. El problema es quién tendrá el poder para hacerlo. Allí está el riesgo de la IA: que, por pereza, deleguemos esa función en quienes no comparten nuestros intereses, aunque aparenten hablar como nosotros”.
Camnitzer, es un crítico de arte cuya obra se inscribe en el conceptualismo latinoamericano, corriente que explora las relaciones entre el arte y la realidad social, política y económica. Es también un referente en temas de educación artística y en la reflexión sobre el vínculo entre la creación y la práctica pedagógica.
Previo al conversatorio, impartió un seminario a profesores del ITESO que derivó en la exposición¿¿Y si todo es otra cosa? Ensayos para ver distinto, que permanecerá en la Galería Universitaria hasta el 26 de septiembre. La muestra propone, a través de la recombinación de objetos, palabras e imágenes, descubrir nuevas formas de mirar el arte, la educación y el mundo.
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