Acteal es ahora tierra de refugio
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Acteal es ahora tierra de refugio
Antonio Gutiérrez, presidente Las Abejas de Acteal, charló sobre sus recuerdos y temores de que vuelva a suceder una matanza.
Adriana López Acosta
"Llegaron a disparar a diez, a cuatro, a tres metros de distancia, y los muertos se revolcaban gritando: hombres, mujeres y niños. Alonso (mi amigo) gritaba, ‘compañeros, no nos maten, no nos maten', y los grupos paramilitares no escuchaban, esos que llevaban máscara roja, no escuchaban".
Al rememorar la matanza en Acteal, comunidad indígena de Chiapas, ocurrida en 1997, la voz de Antonio Gutiérrez no se quebró ni un segundo. La narró con puntos y comas, como si de nuevo estuviera presenciando las imágenes de sus amigos muertos y las mujeres clamando piedad a los paramilitares.
Gutiérrez, actual presidente de la organización civil Las Abejas de Acteal, compartió sus recuerdos en la charla "Desplazados en Acteal hoy: el caso de la colonia Puebla", la cual tuvo lugar en el marco del Día de la Comunidad Solidaria, organizada por el Centro Universitario Ignaciano.
También habló sobre los acontecimientos previos y posteriores a la masacre y del tema que hoy les preocupa: en comunidades de la Colonia Puebla en Chenalhó, Chiapas, doce familias están huyendo y buscando refugio en Acteal, por los conflictos religiosos y políticos que tienen.
Dijo que este tipo de sucesos son similares a los que antecedieron a la matanza en Acteal. Los mismos pasos, conflictos, manifestaciones y represión paramilitar; los mismos métodos e intimidación que los obliga a huir de sus casas, relató. Su temor es que este contexto pueda terminar como lo que pasó en 1997.
Por ello Acteal es ahora el refugio de 100 personas. No se habían registrado desplazamientos de este tipo desde aquella matanza.
"Dejaron todo porque eran hostigados y amenazados", narró Marco Antonio Landeros, egresado del ITESO que ha participado en las Brigadas de Chiapas organizadas por la universidad, quien acompañó a Gutiérrez en su charla. "Llevaron solo lo que llevaban puesto, y dejaron atrás sus casas, sus pertenencias y cafetales, los cuales se están echando a perder y es de lo que se mantienen todo el año".
Las Abejas de Acteal, la organización a la que pertenece Gutiérrez, se formó en 1992 por una disputa por tierras en la zona tzotzil. Varios campesinos fueron a la cárcel injustamente, y sus compañeros realizaron una marcha hasta San Cristóbal de las Casas para abogar por su liberación; fueron ellos los que formaron este grupo. Eligieron ese nombre por las cualidades de las abejas: trabajan en conjunto y en comunidad en una colmena, y sólo obedecen a la reina, que, en este caso, es para ellos la palabra de Dios.
Jacinto Arias Cruz, una de las personas que Gutiérrez señaló como paramilitar responsable de la matanza de Acteal, fue liberado en abril pasado por no cumplirse el debido proceso y regresó a la Colonia Puebla. A partir de ahí, a decir de Gutiérrez, comenzaron a aparecer casas quemadas y amenazas.
En conjunto con el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba), las Abejas de Acteal están denunciando las violaciones que reciben sus compañeros desplazados de la Colonia Puebla, que ahora viven en sus casas y a quienes comparten su comida y brindan apoyan para sobrevivir.
"La sociedad no tiene límite, no tiene frontera, todos necesitamos aprender de otros, no importa la raza ni el color", dijo. "Necesitamos unir fuerzas, organizarnos, compartir y seguir protestando contra la violencia. La presencia de ustedes, (jóvenes) del ITESO, es importante. Ustedes aprenden cosas en la universidad y nosotros aprendemos de ustedes", concluyó.
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